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Recetas para hacer con niños: Polos de naranja



Ya sabéis lo que me gusta meterme en la cocina con mi hijo mayor. Ya os he dejado por aquí alguna de las recetas que hacemos juntos, como las galletas de limón, las de chispas de chocolate o el bizcocho de chocolate. Hoy os traigo otra receta dulce (también hacemos cosas saladas, pero aún no he puesto ninguna) y muy apropiada para el verano: polos de naranja. A mi hijo le encantan los helados y es un poco remolón con la fruta, así que esta es la combinación perfecta para que la tome y disfrute de un helado que no tenga conservantes ni colorantes ni otros ingredientes poco sanos. No es lo mismo que la pieza de fruta y además lleva azúcar, pero sigue siendo más recomendable que los helados prefabricados y no es para todos los días, claro. Son fáciles de hacer y quedan muy ricos, además de que hay un amplio abanico de frutas para ir cambiando los sabores. También hemos hecho helado de fresas y yogur, pero esa receta os la dejo otro día. Ahí va la de los polos de naranja:

Ingredientes (para 5-6 polos):

300 ml. de zumo de naranja
160 ml. de agua
100 g. de azúcar

Preparación:

1. Exprimir las naranjas necesarias para obtener 300 ml. de zumo.

2. En un cazo poner el agua y el azúcar. Calentar a fuego medio sin dejar de remover y dejarlo hervir durante 2-3 minutos. Retirar del fuego y dejar que pierda el calor.

Nota: la cantidad de azúcar varía según los gustos y lo dulce que sean las naranjas. Los 100 g. de azúcar es la cantidad que recoge la mayoría de las recetas. A mí en este caso me ha bastado con 75 g. (el equivalente a una tacita de café), pero eso es cuestión de ir probando.

3. Cuando se enfríe un poco el agua, añadirla al zumo de naranja. Remover un poco, para que se mezcle bien y después llenar las poleras.

4. Introducir las poleras en el congelador y... ¡listo!

Respecto a las poleras, las venden en muchos sitios: Ikea, tiendas de menaje, hipermercados, etc. Son baratas y las hay de muchas formas, aunque las más comunes son las clásicas rectangulares. De todas formas, si no tenéis poleras, tampoco tenéis que salir corriendo a comprarlas. En Internet he encontrado gente de lo más creativa, que usan otros elementos, como cubiteras para hielos o vasitos de yogur a los que ponen palillos o palitos de helado. Lo único que, para que se sostengan los palillos, hay que usar distintos métodos: los palitos pueden colocarse después de que el preparado lleve un par de horas en el congelador, para que haya solidificado un poco y sujete el palito, o bien se cubre el recipiente elegido con papel film y se clava el palillo.

Espero que os haya gustado esta receta de polos de naranja, que podéis ir variando con otros zumos de frutas.

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